domingo, 1 de febrero de 2009

EL GÉNERO. Sustantivos con género designado por la terminación.

El género de las palabras, puede ser clasificado en diferentes grupos, de los cuales a continuación destacaremos los más importantes, centrándonos en el de las palabras cuyo género viene designado por su terminación o desinencia ejemplificando los diferentes casos con la obra Honorata de Wan Guld de Emilio Salgari. De esta forma comenzaremos hablando de diferentes los grupos que podemos distinguir a la hora de hablar del género de los sustantivos, para continuar con el grupo en el que nos centraremos, comentado anteriormente:

1.Sustantivos ambiguos en cuanto al género:Son aquellas palabras que se refieren a sustantivos no animados, y que pueden estar acompañadas por determinantes y adjetivos tanto masculinos como femeninos, sin que se de lugar a posibles diferencias semánticas o gramaticales como consecuencia del uso de un sexo u otro, aunque el uso de un determinante o adjetivo en un sexo especifico, puede dar lugar a una diferenciación de estilo, o incluso de región (ej. el/la mar, el/la maratón...).

2.Sustantivos epicenos:
Son aquellos sustantivos, que de forma inherente, designan personas, animales o cosas, de forma que una sola palabra engloba tanto al sexo masculino como al femenino (ej. gorila, cebra…).


3.Sustantivos comunes en cuanto al género:
Los sustantivos comunes en cuanto al género, son aquellos que carecen propiamente de sexo, siendo este designado por una serie de determinantes, como pueden ser los artículos el y la. A continuación veremos los diferentes casos en los que podemos encontrar este tipo de sustantivos:
3.1. Los sustantivos acabados en el sufijo –ista (ej. el/la feminista, el/la capitalista).
3.2. Sustantivos acabados en –a (ej. el/la logopeda, el/la ludópata).
3.3. Los sustantivos acabados en –e (ej. el/la pedante, el/la cantante).
Hay que afirmar que no siempre los sustantivos comunes en cuanto al género tienen porqué acabar en estas terminaciones, así lo vemos en palabras como el/la testigo, el/la mártir, el/la piloto… Asimismo, podemos destacar que en las últimas décadas, con motivo de la inmersión de la mujer en un mundo laboral controlado por hombres, se han llevado a cabo una serie de modificaciones en palabras a las que antes nos podíamos referir como sustantivos comunes en cuanto al género, adaptando así estas palabras al sexo femenino. Esto lo podemos ver ejemplo en oficios como arquitecto/arquitecta, médico/médica, notario/notaria… De la misma forma que se han dado en el sentido contrario, tal y como podemos observar con modisto/modista.


4·Heteronimia:
Consiste cuando el género de los seres animados, no viene designado por una serie de desinencias, sino que este viene dado mediante la oposición de palabras (ej. padre/madre, hombre/mujer, caballo/yegua), esta distinción, no sólo realiza una distinción gramatical, es decir una distinción en cuanto al género, sino que también realiza una distinción biológica, es decir, una distinción en cuanto a los rasgos biológicos del ser en cuestión.

5.Homonimia:
Podemos hablar de homonimia en sustantivos, cuando estos, en función de que se relacionen con determinantes o adjetivos de un sexo u otro, pueden cambiar de significado (ej. el/la frente, el/la cólera…).

6.Género designado por la terminación o desinencia:
El género de las palabras que pertenecen a este grupo, viene designado por una serie de desinencias o terminaciones que hacen referencia al sexo masculino, generalmente son las terminaciones -o (ej. perro) , -e (ej. jefe), e incluso la ausencia de desinencia (ej. señor); o al femenino, generalmente representado por la terminación -a (ej. perra, jefa, señora), aunque también podemos encontrar otra serie de desinencias que hacen referencia a este género, que han sido heredadas en el lenguaje debido a su uso a lo largo de la historia, así vemos algunas como -esa (ej. tigre/tigresa), -isa (ej. poeta/poetisa), -ina (ej. gallo/gallina), o -triz (ej. actor/actriz). Hay que añadir, que estas terminaciones actúan generalmente de la manera de la que se ha hablado anteriormente, aunque pueden existir excepciones, como por ejemplo que las desinencias -o y –e, designen femenino (ej. mano; noche); o que la desinencia -a, designe masculino (ej. mapa). Asimismo, hay que destacar que el uso de estas desinencias no solo designa género, sino que también pueden tener la función de distinguir el tamaño, la forma o distribución de los sustantivos (ej. manzana/manzano, jarro/jarra…). A continuación, pondremos una serie de ejemplos de los casos vistos en este último apartado (marcados en negrita y cursiva y sacados del libro Honorata de Wan Guld de Emilio Salgari):

4.1.Ejemplo de terminación –o para designar masculino: “Lagartos de tres e incluso cinco pies de longitud" (Página 6).
4.2.Ejemplo de desinencia –e para designar masculino: “-El hombre de confianza del duque.” (Página 41).

4.3.Ejemplo de ausencia de terminación para designar masculino: “-¡Yo! Más bien será el gobernador el que tenga esa iniciativa, señora…” (Página 28).

4.4.Ejemplo de terminación -a para designar el femenino: “...la cabeza adornada de plumas y armados de arcos y mazas muy pesadas...” (Página 170).

4.5.Ejemplo de desinencias heredadas para designar género femenino: “…observaron que la marquesa, pálida y nerviosa…” (Página 27).

4.6.Ejemplo de desinencia -e para designar femenino: “Cuando cayó la noche, Laurent, Grammont y Wan Horn arrojaron al agua algunas chalupas…” (Página 33).

4.7.Ejemplo de la desinencia –a para designar tamaño: “-He aquí una maza a mí medida –dijo.” (Página 26).

Recursos utilizados para la elaboración del artículo:
SALGARI, Emilio. Honorata de Wan Guld. Madrid: Ediciones Rueda, 2003.
José Arroyo Ataz
Pablo Alonso Garcia-Noblejas
Adrian Diaz Arteche
Fernando Albor Estalayo

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